3.7.15

Conexiones y constelaciones


Cuando tocas a alguien
y sientes que su piel
es la tuya,
ese 
ese es el mayor grado de conexión entre dos personas.

Dar la mano y no saber distinguir los tactos,
llegar a conectar tan profundamente
que solo con darse la mano
no sepas cuál tiene más ganas de meterse en tu entrepierna.
cuando puedes sentir la sangre corriendo
como si estuviera en tus venas,
y casi notes el olor
de sus ganas de desnudarte.
Puedes llegar a asomarte a ese rincón oscuro,
puedes mirar el pasado como si los recuerdos fuesen tuyos,
quizás puedas entrever 
ese lugar imaginario donde viven las fantasías más salvajes.

Puedes casi llegar a tocar su alma,
rozar su corazón con la punta de los dedos.

Y cuando la conexión llega a ese punto
es imposible romper el lazo.
Y cuando ese lazo se transforma en un hilo intangible de futuro,
puedes mirar sin miedo a los ojos
y ver un universo paralelo en sus pupilas
en el que vivir para siempre
conectados por estrellas
siempre en expansión.