23.12.14

Merry Christmas


Supongo
que ya has visto todas las luces,
que te han parado mil veces
para que hagas una foto
a mil familias diferentes,
que te han hablado hasta en francés.

Ya habrás paseado por toda la ciudad,
y habrás maldecido a tanta gente
por pararse en medio de Preciados,
o hacer cola en la Fnac.

Seguro que has empujado a más de uno
queriendo pasar,
y probablemente te hayan insultado
por querer cruzar la calle más rápido,
o por adelantar.
Por querer entrar en El Corte Inglés
mientras los muñecos de Cortilandia
te taladran los oídos
y los niños gritan y cantan.

Y a pesar de todo,
te gustan estas fechas,
los abrazos entre mantas,
los besos cerca del árbol,
mirar los adornos en las calles,
hacernos fotos abrazados.

A saber qué le echan a estas fiestas,
a saber qué llevan las dichosas luces,
a saber qué compro de regalo,
a saber cómo te digo:
que Feliz Navidad y feliz año.

20.12.14

Silbidos de pájaro (III)

I
Me sorprende que a nadie le importe de qué está llena la luna. 
Y que a nadie le preocupe cuando se vacía.

II
Y tú, 
por los suelos, 
como el metro, 
arrastrándote a media noche 
para llegar a la última estación.

III
En la cama la dejaban con las ganas 
de amar un poco más. 
Se recostaba mojada 
y dormía deseando 
que la abrazasen sin querer follar.

IV
No existe nada más cuerdo 
que tu locura.

V
Me he destrozado los labios 
intentando que te quedases en ellos 
en cada despedida.

VI
Ella no sabe lo guapa que está 
cuando baila en la cocina 
y sonríe porque sí.

VII
Espero que hayas dejado de patalear, 
que ya no te den esas rabietas, 
y que hayas dejado de ser 
un auténtico imbécil.

VIII
Las vistas son preciosas desde los puntos más altos. 
Las caídas ya, son otra cosa.

IX
Por fin he encontrado algo a lo que aferrarme. 
Perdóname 
si te clavo las uñas muy fuerte.

X
La noche estrellada 
que veo desde mi ventana 
son luces en el cristal, 
son los insomnes 
y los que beben para olvidar.

XI
Su pelo olía a sol de invierno, 
y se movía como la brisa de verano. 
Y cuando andaba 
era Afrodita saliendo del agua.

XII
Voy a meter mis sueños en pompas de jabón 
para ver si soplando un poco 
consigo que lleguen lejos.

XIII
Eres humo de cigarro, 
envenenas los pulmones 
lentamente 
hasta matarnos.

XIV
Hasta las palmeras dijeron adiós. 
Ella al despedirse se lanzó al mar.

XV
Juro que te echo de menos 
con la mano entre las piernas, 
echo de menos tus dedos. 

12.12.14

La Gran Guerra Musical





Se entretenía lanzando al aire su arma,
a veces afinaba su escopeta,
y era tan rítmico cuando disparaba
que alguna vez me puse a cantar.

Parecía que la música salía de sus manos,
como si,
sin siquiera rozar las cuerdas
la melodía fuese a sonar igual.

Jamás escuché nada parecido.

Sonaba tan violento
cuando rompía el aire con sus brazos,
que parecía haber estallado
la Gran Guerra Musical.


5.12.14

Vida

Hoy lo ha dicho todo con una sonrisa.

Ha subido a ese tren
y ha sonreído
a un vagón lleno de insomnes
y moribundos,
de gente ahogándose en un café,
pero ha sonreído,
como si la vida fuese maravillosa
y pudiera devolverle la sonrisa.

Pero no lo ha hecho.

28.11.14

Las ruinas de Grecia


Su mirada
tenía el encanto
de un edificio abandonado.

Y sus piernas
los mismos turistas
que las ruinas de Grecia.

Su sonrisa era una casa vacía,
llena de recuerdos rotos.

Su cuerpo era de escultura de museo,
de esas que se encuentran bajo tierra,
con más de 2000 años
y 10 millones de grietas.

Cada vez que lloraba
le dolían las heridas,
le sangraba el corazón
y en ella nacía una pequeña cicatriz.

Pero cada vez que reía...
Cada vez que reía de verdad
el mundo callaba
para oírla reír.
Cada vez que reía
los pájaros paraban para escucharla,
el mar se movía con calma
para no interrumpir su risa al chocar las olas.

Cada vez que reía
él la miraba
como miraría
un ciego que puede ver por primera vez.

21.11.14

El Retiro

Me han dicho que el Retiro está precioso en otoño,
que todas las hojas cambian,
que cuando llueve el césped se pone más verde,
y que el suelo está lleno de colores ocres.

Pero yo no quiero salir de esta cama,
te tengo a mi lado,
y no sé qué pensarás tú,
pero estas sábanas son mi Retiro,
y me apetece pasearme por tu espalda.

Veo las nubes desde la ventana,
y me has mirado a los ojos 
para decirme que me amas,
y no sé qué te apetece
pero yo tengo que decirte
que estás precioso a estas horas de la mañana
y me dan un poco igual las hojas
mientras no quites tu mano de mi cintura
y no dejes de dar vueltas conmigo en la cama.

Y tengo que decirte
que esos rayitos de sol
que se escapan en tu sonrisa
iluminan la habitación
como un pintor impresionista,
y no quiero dejar de mirarte
por si se me escapa tu mirada
o esa risa que te da
cuando me ves adormilada.

No quiero dejar de mirarte
para hacerte fotos con las pestañas.






14.11.14

Y yo qué voy a saber

No sé qué tienes
pero me tocas
y juro que ni la química,
ni la física,
pueden explicar las chispas que siento.

Y no sé que haces
pero es mirarte
y sonreír,
y entonces me sonríes,
y ¡joder!
a veces me creo que este
es un mundo feliz.

Y de verdad
que ya no sé nada,
pero es que es quererte,
y sentirme en las nubes.
Es abrazarte
y me da igual la lluvia
y la nieve
y este frío que corta la respiración.

En serio, es besarte
y saber que no hay nada
que pueda hacer que me caiga.

Y tengo que decirlo,
porque es desnudarte,
y entonces ya si que sé
que realmente no sé nada,
que me nublas la cabeza,
y sabes hacer que me olvide
de todas las palabras.

7.11.14

Ya no pienso en los imbéciles que le escupen al amor

No todo iba a ser poesía
en este mundo de escritores rotos,
no todo iban a ser flores
en esta primavera,
y no todo iban a ser lágrimas
en esa fiesta de mierda.

Y dejo un espacio en blanco
un párrafo de silencio,
por todos los escritores muertos
en esa batalla con ellos mismos,
que se cortaron las venas con el filo de una hoja,
y se clavaron su boli en el corazón,
o se ahorcaron con sus palabras.

Un hueco como homenaje
a las flores que no toleran el calor
y a esos gusanos que no consiguen ser mariposa,
a los que joden la primavera
con amores de plástico.

Un gran silencio
por los que sólo quieren en abril.

Y por último
por una fiesta sola en casa
como invitado
el gato,
como fiesta
tus palabras.

Y si quieres que te diga la verdad,
ya no pienso en los imbéciles
que le escupen al amor
y odian ver que nos besamos.

Y ya no pienso en escritores
que se quitan la vida
disparándose un verso

Pienso en asarme de calor en verano,
por dormir abrazados.

31.10.14

Silbidos de pájaro ( II )

I
Escaló por cada curva de su cuerpo
 y clavó una bandera 
en la gran cima del orgasmo.

II
He derribado rocas más fuertes que tú. 
Y lo siento por ti, 
pero te convertiré en polvo del desierto.

III
El frescor 
era ver su falda al viento 
y el sol rozando sus piernas 
por donde sólo pasan algunas manos

IV
Dónde iremos 
con este sol que me deslumbra el alma. 
Dónde iremos 
con esta calma que me destroza el cuerpo.

V
Dijeron que el futuro era negro. 
Su mente de niña 
lo veía como una pizarra vacía 
y ella tenía las mejores tizas.

VI
Has hecho crack 
y eres todo grietas. 
Ya no hay silicona 
que repare tu falta de amor.

VII
Ponte la ropa
 que el sol no te abraza como te abrazo yo 
y te vas a quedar helado 
cuando te rocen sus rayos.

VIII
He visto a las flores 
sonrojarse por tu forma de mirar. 
He visto a los árboles 
bailar cuando se me levanta la falda.

IX
No me digas que la vida es dura 
sin haberte enfrentado a ella. 
Y no me digas que mañana llueve 
si todavía es hoy.

X
El sol me ha dicho que se jubila, 
que con todo lo que brillas 
puedes ser el sustituto perfecto.

XI
Puedes tirar un vaso de agua 
en ese mar podrido tuyo, 
los peces seguirán muriendo, 
nadie sobrevive contigo.

XII
No sabes lo que tienes 
hasta que le miras a los ojos 
y sonríe 
como si este fuese un mundo feliz.

XIII
Cierra las ventanas, 
que se nos escapa la vida, 
y llueve fuera.

XIV
El sol ha amanecido despeinado 
y la luna se ha ido de la cama sin decir adiós.

XV
Apestas a cariño caducado, 
creo que te han timado 
con amor del malo.

24.10.14

F e m i n i s m

Tenía un olor inconfundible:
olía a mar revuelto,
a furia de tormenta, 
olía a la libertad de los pájaros
Olía a color rojo.
Tenía un sabor inconfundible:
sabía a placer prohibido,
sabía a las olas cuando rompen,
a relámpagos de verano.
Sabía a color rojo.
Es de esas que imponen,
que caminan con la cabeza alta,
que sabe lo que dice, 
que dice lo que quiere,
que decide por sí misma.

Y sí,
ella es más fuerte
de lo que le han dicho siempre.

Ella es ella

Y no somos princesas,
somos lo que queremos
y cuando queremos.
Somos como queremos
aunque no queráis.
Y te contesto si me miras raro,

y me dan asco tus comentarios
y quiero vestirme como me de la gana,
y yo elijo quien entra en mi casa,
en mi cama
y en mí
y cuando digo 'no'
es NO.
Y cuando digo 'sí'
es SÍ.


Y si te ofende,
me ofendes.







17.10.14

Eres tan Otoño y yo soy tan Primavera

            



Se nos han caído las palabras
de las copas de los árboles.
Se me va la primavera, 
se nos ha ido de las manos.

Y aún así,
tú, 
tan brillante como nadie,
que al mal tiempo buena cara,
y tú te luces
con los desastres naturales.
Las tormentas y huracanes son tu fuerte,
eres muy de derribarme con mirarme
y yo,
yo soy más de pararme a coger flores,
de tumbarme entre los pétalos
de jugar a camuflarme.

Pero eres tan otoño,
tan fan de "peli y manta"
que te encanta que nos llueva,
te encanta volver a casa
corriendo bajo un paraguas
aunque sólo sea por tus planes de sofá.

Y yo soy tan primavera,
que inevitablemente me vuelvo otoño,
pasando por el verano
y me da por acompañarte
en tus planes de mal tiempo,
mientras recojo las hojas 
que se caen a nuestro paso
y las guardo para mi estación,
para que crezca todo otro año,

Eres tan otoño,
y soy tan primavera
que estoy deseando 
el calor de tus inviernos
para tener flores
hasta en los labios.


10.10.14

Canción de despedida

Medio ahogada en un mar de lágrimas
salgo del naufragio
con los pulmones llenos de sal
y el corazón encharcado.

Y todo
para descubrir
que las peores tempestades están dentro,
y que si el agua me llega al cuello
es porque me inundo el cuerpo.

Aún huele a tormenta,
aún se siente la lluvia,
y aún quedan olas
que rompen contra mis párpados.

No quiero decir
que el mar sea horrible,
yo adoro el mar
pero odio hundirme.
Odio la sensación de no poder salir de mí,
odio que me lleve la corriente
y me sumerja en todas las dudas,
odio que me golpee contra las rocas y los recuerdos.
Y odio que al salir
nada vuelva a ser igual,
porque es como una mala pesadilla
que no acaba al despertar.

Así que,
una vez fuera del agua,
sé que jamás se sale del todo,
que hay un poquito de agua salada
que se queda dentro.


                                              
Y me saben los labios a sal
desde que te dije adiós.

22.9.14

She


She was naked as a starry night.
No clouds in her soul,
no storm in her heart.

She was calm as a peaceful sea.
A quiet mind,
so she could sleep.

Her skin was soft,
even her little scars.
She touched her arms,
reviewing the marks
with her fingers,
she rubbed her legs,
her face,
her belly,
her chest...
her heart.

Her hair was curly,
crazy and tangled,
long,
running down her back,
falling like a waterfall.

She looked so sweet some nights,
like a little girl
scared of the darkness
and full of nightmares.

She looked sexy as hell some others
with her hands running
through her body,
touching her skin,
stroking all her nudity.

She was naked as a starry night,
loving the moon
and receiving love back.

But she will last forever,
and not the stars.





Foto izquierda de Álvaro Ruiz García:

12.9.14

i g u a l

Me agobia
que nadie les pregunte a las flores
qué les pasa en septiembre,
qué problema tienen con el otoño.
Me agobia que ningún psicólogo
se especialice en margaritas y amapolas.

Y me preocupa
que nadie se pregunte
de qué está llena la luna,
y aún más,
que a nadie le preocupe
qué le pasa cuando se vacía,
día a día,
poco a poco.
Qué le pasará para dejar la noche tan oscura.

Y me pregunto
cuántas personas tendrán que llorar
a las orillas del mar
para llenar todas esas playas
con tanta agua salada,
y cómo luego disfrutamos tanto
de los llantos
de otros
que no podían aguantar
las ganas de derrumbarse
y hacer de un grano de arena
una calita para nadar.

Y me asusta
que nadie se fije
en las luces encendidas a media noche
en los rascacielos.
Que no haya especialistas
en insomnes, borrachos y suicidas de madrugada,
y que nadie mire al cielo
y vea las ventanas encendidas
formando constelaciones
de nocturnos y sonámbulos,
haciendo galaxias
de aquellos que no duermen
ni descansan.

Y lo peor de todo,
y lo mejor de todo,
es que las flores seguirán secándose,
y la luna seguirá vaciándose,
y seguiremos llorando para llenar los océanos,
y los amantes del porno seguirán encendiendo las luces hasta las 5,
y tú seguirás siendo
i g u a l.


18.8.14

He is the fury of a storm (and the calm after it)

Because he is a hurricane
and I can´t stop him,
but he keeps me flying,
he pushes me up and up
and never lets me down.

He is fire,
uncontrollable and rebellious
but warm.
He is the lovely fresh air
followed by butterflies.
He is the fury of a storm
and the calm after it.
He is the coldest rain
and the hottest sun.
He is ice
and refreshing water.
He is an ice cream in a summer day.
He is hot coffee in winter.

He is the sun, the moon
and all the stars in the universe,
he is unexplored galaxies
a mystery for all but for me.

He is the castle and the king
protecting his kingdom
and giving me freedom
so I can run for all his fields
and look at the sky
and feel the sun,
the rain and the wind.

He is the sea,
deep and dark,
I have dived in it
and I have seen things that no one else could.
I've swim with him
and I cannot describe how it feels
because is the beauty in its purest form
is beauty itself.

He is the reason why I've cried.
He is the reason for me to smile.




13.8.14

Silbidos de pájaro ( I )

I
He recorrido tus curvas,
tus largas autopistas,
y he tenido accidentes
conduciéndote al orgasmo.

II
La vida no es dar mordiscos a bombones
y ver qué te toca,
la vida es morderte a ti,
comerte y saborearte entero.

III
Como una tormenta
me has caído encima,
quisiste derribarme y,
lo siento, 
porque muy a tu pesar,
sigo viva.

IV
El café,
con leche,
con azúcar,
y contigo.

V
Soñaba cada día con hacerla crecer,
regándola con lágrimas de felicidad.
Soñaba con que ella se viese bella,
y puso la primavera a sus pies.

VI
Soñaba tanto
que el día que despertó
sintió la muerte
estando vivo.

VII
Las uñas rojas,
a juego con la sangre que dejaba
en cada arañazo.

VIII
Ni rubia como la cerveza,
ni el pelo color vino tinto,
pero tenía el frescor que deseaba en verano.

IX
Maniático para todo.
Maniático del orden y la limpieza.
Maniático con sus cosas.
Y qué manía más tonta tenía de quererla.

X
Los mejores buenos días
se los decían sin palabras.
Buenos días era el sexo salvaje de por la mañana
y los besos en la cama.

XI
Tenía un olor inconfundible
olía a mar revuelto,
a furia de tormenta,
olía a la libertad de los pájaros.
Olía a color rojo.

XII
Cayeron todas las gotas,
y sus ojos eran nubes grises
que no paraban de llover.

XIII
Correr sin rumbo fijo
para tropezar en sueños
y despertar cansada de soñar.

XIV
Parecía una sirena
cuando nadaba en ese mar
de lágrimas.

XV
Como cristal
¡crack!
y mil pedazos de cielo
le cortaron las ganas
y la vida.

6.8.14

Apolo ya no quiere a Dafne


Me gustaba pensar que él era Apolo,
a veces le imaginaba,
el torso desnudo,
la divinidad de su cuerpo,
todo el arte dentro de él,
burbujeaba en su cabello,
junto al laurel de su corona,
salía por sus poros,
se deslizaba entre los dedos de sus manos,
y aquella batería
era su harpa particular,
y admito que era mágico verle tocarla,
salían chispas en cada movimiento,
sonaba a música de los dioses.

Me encantaba imaginar que él era Apolo,
persiguiéndome a mí,
que cambiando el mito,
había abandonado a Dafne
y se querían tanto que jugaban al amor.

Me gustaba pensar que me perseguía,
para jugar a aquello a lo que los dioses jugaban,
para jugar a escondidas de ellos,
y me encantaba creer
que cuando me alcanzara
mis brazos florecerían,
y mis pies se hundirían profundamente en la tierra,
y echaría raíces,
mi cabello sería una preciosa enredadera,
y yo sería una bonita flor.

Soñaba despierta,
él era Apolo,
me regaba con lágrimas de alegría,
me regalaba todo el sol,
me miraba, como crecía y florecía,
y me cantaba, con ese don.

Quizás,
si él es Apolo,
yo podría ser una bonita flor.

31.7.14

Hola, qué tal, cómo te va la vida

No sé si has oído hablar
de esos encuentro horribles,
esos encuentro casuales 
entre conocidos 
que no se conocen 
y que sólo han hablado del tiempo
con música de ascensores
de fondo.

Esos encuentros que se quedan
en un "hola, qué tal,
cómo te va la vida".

Pues qué tal
si te como a besos.
Qué tal si te quedas
qué tal si esta vez no te vas 
y nos conocemos un poco más.
Qué tal si nos vamos los dos
tomamos algo,
nos reímos del pasado
y acabamos en cualquier bar.
Qué tal si vienes conmigo
y no te dejo marchar.

Y qué tal si te digo
que te quiero.
Qué tal si me quieres.
Qué tal si resulta
que estamos hechos el uno para el otro.

Qué tal si dejamos a un lado lo de conocidos
y pasamos a conocernos
de verdad.

Que qué tal te va la vida
bien pegada a la mía.
Que qué tal me va la vida,
pues perfectamente,
contigo.


23.7.14

Prometo

Podría contar cada una de las paradas de metro
en las que ni me he enterado de dónde estaba.
Podría contar los trayectos hacia no sé dónde exactamente,
porque yo viajaba en otro mundo.
Podría contar la de veces que he leído ciertas palabras
y me han hecho reír,
y me han hecho llorar.
Podría contar las carcajadas ocultas tras unas páginas
o las lágrimas que no he derramado para no mojar las hojas.
Podría contar todas las palabras que he escrito,
las que me han llevado a sitios lejanos, 
a pesar de viajar en metro.
Las que me han zarandeado en el tiempo
como si fuese un trozo de papel en un fuerte viento de escritura.
Las palabras que significaban cosas 
que ni estaban escritas
ni entendía nadie.
Y la de promesas que habré hecho
que por esta estúpida cabeza he olvidado una y otra vez.
Pero hay un par de cosas que he prometido
que jamás dejaré de hacer.
he prometido no dejar nunca de leer,
he prometido no dejar nunca de escribir,
y el resto de promesas,
te prometo que las iré cumpliendo.






Fotografía de Álvaro Ruiz García

14.7.14

Religión para ateos

Y yo,
atea,
he gritado a Dios 
cuando tocaba el cielo.
He gritado su nombre 
hasta quedarme sin aliento.

He rozado el Paraíso 
sin creerme ni una palabra de la Biblia.

Y aún así,
tengo por religión quererte,
como yo me quiero.

Y entre mis diez mandamientos,
incluyo el sexo,
y actos impuros.

La fe,
consiste en creer más en mí,
y seguir creyendo en ti.

Y el cielo 
y el infierno,
se rozan cada noche,
se tocan cada día.

Y me encanta verte desnudo,
como Dios nos trajo al mundo,
me encanta comer la fruta prohibida,
y me encanta pecar contigo.

Y yo,
atea,
que pensé que no creía en nada,
entendí que sólo creo en 
nosotros.






4.7.14

Canibalismo en la cama

Me pone el canibalismo extremo
al que jugamos en la cama.

Destrozarnos a arañazos,
dejarnos marca.
Morderte hasta la sonrisa,
devorarte el alma.
Clavar mis uñas en tu espalda,
ver como el placer te sangra.
Me pone gemir,
gritar de rabia,
de ganas de más,
agarrar las sábanas.

Me pone cuando me miras,
y se te va la mirada,
me ponen tus ojos en blanco
cuando estallas.

Me pone cuando me susurras,
bien pegado a mi espalda.
Me pone tocar el cielo
sin moverme de la cama.

Me pone que me digas
"te quiero".
Me pone quererte con ganas.






29.6.14

V e r a n o (¡Splash!)

¡Splash!
Y caí al agua.
Y te mojé
y me mojé.

Me llené del frescor de verte
en este caluroso verano.
Me llené del frescor de tus besos
en esta ciudad sofocante.

Y me sumergí en un mundo azul,
de agua cristalina
y unos ojos que me miran.

Me hundí en mi misma,
cogí aire,
y llenando mis pulmones
me bañé en un mar de dudas.
Despejé mi cabeza con la sal marina,
y salí fuera del agua,
respiré tranquila.

Me hundí en ti,
cogí aire,
y llenando mis pulmones
me bañé en tu mar, desnuda.
Despejé mi cabeza con tu sonrisa,
y me quedé entre tus piernas,
respiré tranquila.

Me sumergí
hasta el fondo de tu boca.
Tú te sumergiste
hasta mi fondo.

Y ahora cuando te miro,
pienso en un agosto,
pienso en verano.
Pienso en sumergirnos,
pienso en mojarnos.


23.5.14

Me has hecho primavera

Me has deshojado entera
en esta batalla de te quieros,
y me han crecido nuevas hojas, 
me has renovado desde dentro.

Me has hecho un sitio en el año,
me has florecido el invierno.
Me envidian las amapolas,
dicen que les he quitado su hueco.

Me he dejado ganar, 
me han vencido tus besos,
me he tirado al suelo,
he echado raíces
y me han crecido pétalos.

Me ha mecido tu brisa,
eres mi soplo de aire fresco.
Me ha regado tu risa, 
mis flores han ido creciendo.

Me has convertido entera
en una estación del año,
me has llenado de colores:



Has roto mi brújula, te señala a ti

Hoy ha salido el sol por el oeste,
le he visto tapar a las nubes,
ha nublado todo con su luz.

Hoy la luna ha eclipsado la noche,
ha llovido desde el suelo
y ha mojado todo el cielo.

Hoy me he caído del techo,
me he despertado en la cama,
con la cabeza en los pies
y los pies en la almohada.

Y ya no sé si soy tú
o eres yo,
pero me has cambiado todo,
y no encuentro nada en ningún cajón.

Hoy ha salido el sol por el oeste
porque te has despertado a mi derecha
y yo he perdido el norte.

Sábanas mojadas

Hace años éramos adictos a los miedos,
no soportábamos la oscuridad,
yo temía mojar la cama
y descubrirlo por la mañana.

Cuando era pequeña temía a los monstruos:
el de debajo de la cama,
el que colgaba de la silla,
el abrigo que me observaba.

Me apagaban las luces y salía corriendo,
me ponía a llorar
y temblaba de miedo.

Pero ahora... he crecido tanto,
me apagas la luz y tiemblo
de ganas de tenerte al lado.

El monstruo ahora vive dentro,
a veces se mete en mi cama,
me hace enloquecer,
no le tengo miedo,
ahora me da placer.

No temo a la oscuridad
porque ahora me acompañas.

Ahora mojo las sábanas
y me despierto ocupada,
con la mano entre las piernas,
con la boca entreabierta
y contigo
              enredada.

Himno al amor propio

Hoy voy a decirte
que me quiero más que a ti,
yo que siempre he estado conmigo,
que intento hacerme feliz.

He decidido hacerme un poema
de amor verdadero,
he decidido dedicarme unos versos,
a ver si me quiero.

Y es que creo
que me lo merezco,
por hacerme heridas
y curarme al completo.

Porque como yo no hay nadie,
voy a escribirme un poquito,
que más vale pronto que tarde
para empezar a adorarme.

Estrangulando al ahogo

Les he pegado un tiro a algunos recuerdos,
jugué a la ruleta rusa,
jugué con el cargador lleno.

He rajado a lo malo,
he clavado cien puñales,
he abierto mil heridas,
y he visto tanta sangre...

He hecho autopsias cuando aún respiraban,
las he abierto por la mitad,
he buscado en lo más hondo,
he hecho daño al dolor.

Y es que he dado el paso,
voy armada hasta los dientes,
tengo munición de sobra.

Voy a asustar al miedo,
voy a apagar la luz,
voy a disparar al cielo,
espero que caigas al suelo.

Esta vez gano yo

Tú:
como las pinceladas
de la Noche Estrellada,
tan rebeldes y precisas
tan bellas
y discontinuas
que me fascinan.
Como las vistas desde un psiquiátrico
me has vuelto loca.

Tú:
Como las cartas de Keats
como ser yo tu Fanny,
como recitar a medias.

Tú:
como las nueve musas,
con todas las artes
eres mi danza,
mi historia,
elegías y retórica,
mi épica, mi elocuencia.
eres mi tragedia y mi comedia,
astronomía, astrología,
eres mi música.
Eres Zeus al crearlas,
yo por suerte, tu Mnemósime.

Tú:
Como la pasión por la demencia
de todo gran artista
(tú me has vuelto insana)
Como las drogas y el alcohol
de grandes pintores y poetas
(me has vuelto adicta)

Tú:
que por ser tú
eres mi mejor apuesta.

Desvanecerse a las 00:18

Para cuando los colores pastel
se vuelvan oscuros
tú y yo habremos huido.

Cuando las hojas se caigan
(de nuevo)
y se apaguen la primavera y el verano
y el frío inunde las calles,
para entonces nos habremos ido.

Y para cuando las nubes lo cubran todo,
cuando tus pinceladas sean amargas
y mis versos breves,
para cuando no sepas qué decirme
y yo me calle.
Para cuando los silencios suenen
y nos duelan los oídos,
para cuando gritemos en silencio,
para entonces ya no estaremos en el mismo sitio.

Hemos corrido ya muchas veces
nos hemos corrido mirándonos a los ojos,
nos hemos marchado del peor lugar
y hemos llegado a nosotros mismos
a los mejores orgasmos.

Nos hemos ido a la vez,
y tú a mí
y yo a ti.
Así que quítate los zapatos que nos vamos,
quítate la ropa, que tenemos que salir corriendo.
Desnúdate, que tenemos que llegarnos.

Autodestrucción en pretérito imperfecto

Se escribió a sí misma un poema.
Se describió de dentro
hacia afuera,
se dejó la piel,
la sangre
y las venas.

Se escribió en un poema,
escribió el pasado,
dibujó con tinta todo lo malo.

Se escribió con delicadeza,
escribió cicatrices,
escribió rarezas.

Se escribió a sí misma en un poema,
cogió un mechero y quemó las hojas,
así convirtió en cenizas
todo aquello que nunca quiso.

Se escribió a sí misma en un poema
y lo llamó "autodestrucción poética".

Quemó su pasado,
quemó sus palabras,
desapareció entre el fuego
y empezó poemas nuevos.

En blanco

Esto es un poema en blanco
Esto no es más que un silencio.
                                                    Es  n a d a.

Esto podría no estar escrito, y llenaría lo mismo
incluso más
o menos.

Es un poema vacío,
lleno de versos.
Es un poema lleno 
con demasiado vacío.

Esto es un silencio largo,
un momento incómodo,
una mirada que se cruza en el metro
para ser apartada de pronto.

Esto es todo aquello que te incomoda,
todo aquello que me alegra.
Es todo lo que te rompe,
todo lo que me llena.
Esto es todo lo que quemé,
todo lo que no hay.

Esto es un poema en blanco.
Esto no es nada.
Esto fue todo.

F e b r e r o

Tan cierto
como que los inviernos 
son para tomar café.
Como que las hojas 
se caen en otoño.
Que en verano
no hay quien aguante este calor.
Y que la primavera
sólo me altera a mí.

Tan cierto
como que un año
tiene 12 meses
365 días,
y hace 365,
te dije que te quería.
y desde entonces,
todos los días,
los 7 de la semana
te repito que te quiero,
y siempre decimos "hasta mañana"
aunque no podamos vernos.

Tan cierto 
como que el amor es ciego
como lo pintó Magritte,
y yo ya no veo nada más
que a ti.

Tan cierto
como que cada vez que te vas
te quedas.
Y cada vez que te vas
me llevas.
Y dejas todo tan lleno de ti
que no se si sigues aquí.
Has pintado las paredes
con tu nombre.
Has llenado las sábanas
con tu olor.

Tan cierto
como que tú 
y yo
ya no somos dos.
Somos un solo 
n o s o t r o s.

Tan cierto 
como que después de un año
sólo sé que queda lo mejor
que queda el resto.

Tan cierto
como que esto
es para toda la vida.

Retrato poético de una A con tilde

Los ojos más bonitos,
de color "no dejes nunca de mirarme".
La sonrisa perfecta,
tu dentista: la alegría.
Unas manos preciosas,
por cómo se enlazan a las mías.
Un cuerpo de 10...
De 10 mil besos con los que lo recorrería.
Y qué decir
de tu cuello, tus brazos,
de tus piernas y tu espalda.
De tus bonitos lunares,
incluso de tu pelo y tu barba.

Y aunque cualquier descripción se queda corta
te repasaría una y otra vez,
con la boca y con la mirada.
Te comería con mis manos,
te haría mío con todo mi alma.
Te escribiría en todos los poemas,
para llenarte de versos.

Y es que si la poesía fuera física,
poesía serías tú
y te retrataría con un lápiz y no sólo con palabras.
Si la poesía fuera física,
poesía serías tú
y te haría el amor hasta dejarte sin palabras.

Pero como no es física,
déjame hacerte el amor
y así haremos poesía.

Enciéndeme

Madrid está llena de ti.
De tus gestos, de tus pasos,
de nuestros momentos.

Madrid está llena de cosas.
De ti,
de mí,
de nosotros.

Madrid está llena de luces.
Y tú me enciendes como nadie,
y los rincones oscuros lo saben.

Madrid está llena de gente
que no sabe quién soy,
quién eres,
qué somos.

Madrid tiene atascos,
trenes rotos,
metros lentos,
luces fuertes.
Madrid nos tiene a nosotros.
Y tú,
tú me enciendes.

Coma

Fue un golpe duro,
un choque frontal contra la realidad.
La colisión fue brutal, rompedora.
Fue rápida, atronadora.

Fue un golpe horrible,
de los que dejan secuelas.
Fue una despedida,
pero no de cualquiera.

Salieron volando los días,
rotos,
desangrándose los recuerdos,
heridos,
las horas diluyéndose,
desvanecidas.
Y ellos, ellos separados.

Quedaron huellas en las calles de aquel adiós accidentado.
El vacío, el silencio.
El frío y el invierno.
Y los ojos rojos.

Y un coma profundo
en su mente, por dentro,
un coma curable con el calor de sus manos.

Astronomía básica

Me pareció encontrar el amor en el cielo,
y lo llamé estrella,
y ahora que te tengo a ti, que brillas más que ella,
no se decir cómo se llaman las luces del cielo.

Y es que hay estrellas muy atrevidas, que cuestionan tu luz propia,
pero la mayoría están muertas y sólo son un reflejo de lo que eran,
y tú, tú ese brillo no lo pierdes.
Tú lo eres y lo serás
mi estrella.

Que no sé cómo las estrellas se atreven a salir,
si esa sonrisa que tienes ya brilla como ninguna.
No sé cómo se atreven a salir,
Si yo las constelaciones las hago en los lunares de tu cuerpo.
Y me pierdo contando tus estrellas,
buscando a la Osa Mayor,
me pierdo en las galaxias de tus ojos,
y puestos a perdernos, me pierdo en ti,
mi universo.

Besos como versos

Que la poesía es arte, de eso no cabe duda,
pero hay silencios más poéticos que una rima.
Y miradas más poéticas que Quevedo,
caricias a la altura de Keats, 
besos que te ponen la piel de gallina, como los versos de Miguel Hernández
y sonrisas que te dejan como un soneto de Shakespeare.

Que la poesía es arte, y los poetas también
pero hay poetas escondidos en poemas corporales
que recitan en beso, resonante,
en caricias y en miradas.
Hay artistas que son arte, por su forma de moverse,
por su forma de mirarte.

Hay personas que, sin escribir rimando, hacen arte cada día.
Personas que en sí mismas ya son la mejor canción, el mejor poema, el mejor cuadro,
una escultura de Miguel Ángel, de proporciones clásicas, perfectas... bellas.

Hay poemas no reconocidos, con nombre y apellido, que, al igual que los escritos, son arte.

No toda la poesía ha sido escrita, alguna ha sido creada con forma humana.

El agujero de debajo de la cama (una historia de miedo y amor)

No es un cuento de "érase una vez", porque no era, sino que es y será. No es una historia cualquiera, porque esas historias tienen principio y final, príncipes que son sapos y princesas con el pelo tan largo que es imposible sin extensiones y, aunque este cuento tenga sus sapos y sus princesas de pelo (y corazón) un poco falso, este cuento no es "un cuento", es "nuestro cuento".
Esto es una historia de dos, de tres, de... cinco que acabaron siendo dos, pero sin matar a nadie.

Comienza la historia hace tiempo, con un corazón desgastado por dos que, sin saber muy bien como hacerlo, rompieron el amor y, con otro corazón que con tantas ganas de amar se rompió a si mismo una vez y con ayuda otra, y es que hay príncipes que nunca dejaron de ser sapos después del beso, y princesas que ni empezaron a serlo. Por eso esta historia es diferente, porque no se sabía si juntando heridas las sumarían o las eliminarían.

La del corazón machacado decidió machacarse, era tan pequeña que jamás lo notaron... Excepto él, porque era muy grande (de corazón) y sabía que ella no estaba bien, lo supo por sus palabras, por la forma de expresarse y porque siempre parecía un grupo de ritmos lentos, de domingo, de llorar. Ella ya sólo creía en el amor como decepciones, y mientras se enamoraba, entre risas, palabras, su voz (y su acento), crecía un monstruo bajo su cama, uno al que ella tenía verdadero miedo, con nombre de decepción y que acompañaba en la soledad, para hacerla más horrible.

Lo sentía bien fuerte, bien dentro, debajo de su cama, en el vibrar de su móvil, lo sentía al andar o al sonreír, el monstruo crecía, el miedo también, y temblaba al hablar, temía cualquier cosa que dijese, cualquier cosa que provocase el ataque del monstruo.

Pero un libro de los de niños, de los que jamás leemos porque nos creemos demasiado maduros y demasiado adultos como para asomarnos a sus sabias páginas llenas de colores y de bonitas palabras, le enseñó una lección: el miedo crece si tu le haces crecer, si tu te creces, el miedo acabará por desaparecer. Y tras unas cuantas lágrimas y un ratito con temblor en las manos, decidió meterse debajo de la cama, y razonarle al monstruo que no tenía miedo, que jamás podría con ella, le contó la situación, su pasado, su presente, y a quién quería en su futuro y, como por arte de magia, el monstruo desapareció, dejando en su lugar un agujero bajo la cama.

Tras una noche de lo más rara, ella se dio cuenta de que su vida había cambiado y, lo mejor, que sus vidas habían cambiado, que todas las noches estarían juntos en sueños y que, en determinados momentos, llegarían a besarse e incluso a sentirse. Y aunque lo peor era despedirse, siempre se daban las buenas noches, esperando a soñar el uno con el otro, esperando despertarse y saber que realmente se verían, con la certeza de que esta es una historia diferente, con principio, con futuro y sin final.

Puede que no siempre pase, las heridas de cada uno lo dirán, pero, en este caso, juntando heridas consiguieron curarlas.

No todas las mantas abrigan igual

Ella se tapaba todas las noches, y, bajo su edredón y un par de mantas, sentía que le faltaba el calor que sólo le daba él. Encendía el radiador, el que tenía enchufado y, aún así, temblaba de no tenerle al lado. Probó a ponerse calcetines gordos y una sudadera, pero la cama seguía fría si le faltaba.

Pasaron los días, grises y oscuros, llenos de sombras, ni el café caliente que siempre la reconfortaba, lograba calentarle el cuerpo, el frío le comía los huesos. Las mantas no servían y se gastó la mitad de su dinero en radiadores, pero él no estaba y eso era lo más frío de todo. Pasaron noches sin apenas dormir, noches frías, como las del Polo Norte, y, cuando menos se lo esperaba, cuando había llenado el armario de ropa que le calentase un poco, volvió él, para calentarle el alma.

Él compensó las noches de frío, quitó las mantas para taparla con su cuerpo, devolvió los radiadores a las tiendas y cambió los calcetines y las chaquetas por sus mimos. Ella volvió a sonreír, a llevar sus vestidos favoritos y a bailar y cantar cuando él tocaba la guitarra.

Las noches eran cálidas, hasta la noche en la que se fue.
Se marchó tras un beso y susurrando "adiós". 
Ella se escondió en la cama y decidió no salir hasta que en su vida fuese primavera otra vez, hasta que él volviese a cuidarla.
Se tapó con recuerdos y esperó, sabía que él volvería. 

Él volvió, prometiendo que algún día no se marcharía más.

"I believe in silver linings, in happy endings"

La sociedad ha decidido que sobran kilos, que las chicas están buenas si casi no se las ve y los chicos gustan si no salen del gimnasio. Han decidido que la gente se tiene que que conocer en las discotecas y las palabras se han quedado desplazadas por lo que hoy llaman música. Ya no se habla, sólo importa que lo que beben se parezca para que cuando se junten, la mezcla no les haga vomitar. Han cambiado el significado de las cosas y "guapa" sólo se puede decir si ella lleva maquillaje y no come lo que quiere y la palabra amor sólo existe para declarar sus gustos sobre lo que fuman.
La sociedad ha decidido por muchos, muchos han decidido como tenía que ser la sociedad.
Pero todo lo malo, incluso este mundo, tiene sus cosas buenas, toda tormenta tiene sus rayos de sol en algún momento, y es que aunque las nubes se vean muy negras, aún quedan rayos de sol que iluminen las cosas. Todavía hay gente que prefiere las palabras, que escapa del ruido enlatado,de los focos cegadores para dedicarte unos minutos y distinguir tu voz de los gritos en los antros. 
Por suerte, creo en los rayos de sol. Y es que siempre me ha gustado mirar al cielo, y aunque adoro las nubes y sus formas, las que tapan los colores de ahí arriba, lo que más me gusta es ver como el sol sabe colarse entre ellas, disimuladamente, dejándose ver lo justo desde fuera como para darle al cielo ese toque especial que vemos en las fotos, en los mejores atardeceres, amaneceres y dibujos. 
Los rayos de sol de este mundo son los que despejaran todo el cielo, para que algunos podamos ver el arco iris o distinguir todos los tonos cuando se pone el sol, son los que iluminarán a muchos, 
                                    los que me dan la luz a mí.

Mariposas y Huracanes (volar sin alas)

Hace tiempo que las mariposas se convirtieron en huracanes, siguen viviendo en mi estómago y me dan mil vueltas. A veces vuelven a ser ellas, y con sus alas me suben muy alto, y lo prometo, últimamente toco el cielo. Es increíble lo mucho que podemos volar los humanos sin alas, sin dejar de pisar el suelo, incluso. Y la mejor parte es que las mariposas me alzan y los huracanes me mantienen arriba. Mágico, como Harry Potter, como en los cuentos de hadas. Como esa Dorothy que viajó al País de Oz por un tornado, o como Alicia que acabó en el País de las Maravillas de tanto soñar.
               Yo una vez soñé con esto, y es verdad que la realidad supera a la ficción.

La verdadera historia interminable

Podría contar esta historia bien contada, pero es demasiado larga y demasiado nuestra. Es una historia que se cuenta en silencio, o en otro idioma, en uno que el resto no entiende.
Diré que cuando se juntaron tu capítulo y el mío intentamos disolvernos,
                                                                                                                      el uno en el otro,
como el café en la leche o la leche en el café.
Intentamos que las sombras no nos ganasen, que no nos siguiesen, que se mantuviesen pequeñas, como si no nos hubiesen asustado cuando eran grandes y nos oscurecían la cama y los sueños.
Intentamos que no nos comiesen los miedos,
                                                                         y los vencimos a todos.
Y cuando vimos de lo que éramos capaces, unidos, como el café y la leche, a oscuras, para que las sombras nos dejen a solas a ti y a mí, y con mil miedos asesinados, nos dimos cuenta de que estábamos hechos el uno para el otro, que codo con codo, boca con boca, habíamos creado algo indestructible, nos habíamos creado. Estábamos unidos de todas las formas posibles y sólo nosotros lo sabemos bien.

Después de todo resulta que los mejores momentos no se miden en horas, minutos o segundos, se miden en risas, suspiros y recuerdos. Da igual el tiempo que haya pasado, da igual si breve o extenso, da igual si se hace corto o interminable, que si se recuerda con una sonrisa, un nudo en la garganta o lágrimas en los ojos, sabrás que ha sido único e irrepetible.

Sabrás que hemos sido nosotros y nadie más. Y sabrás, como se yo, que hay uniones que no las separa nadie.
Y sin señal en el cielo, o portadas en periódicos, sabrás que hablo de ti (y de mí).
Que no tenemos kriptonita pero somos superhéroes.